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Algunos la tienen clara (de verdad)

Algunos la tienen clara (de verdad)

Estamos transitando la época del año en la que muchos de los críticos de mayor reputación publican sus informes sobre las últimas añadas que salieron al mercado. Todas las semanas leemos alguna noticia sobre tal vino que obtuvo 100 puntos de Robert Parker o aquel 98 puntos de Tim Atkin, James Suckling, Jancis Robinson… ¿Pero qué significan estos números? 

Existen dos pilares fundamentales de estas calificaciones sobre los cuales no tengo ninguna duda. El primero, es que es posible realizar una cata teniendo en cuenta parámetros determinados para analizar la calidad de un vino (ya hablaremos sobre técnicas de cata en algún otro post). El segundo es que tanto estos críticos mega reconocidos, como los sommeliers que forman parte de sus equipos, realmente la tienen clara y poseen el conocimiento y experiencia para hacer valoraciones “objetivas”.

Si, lo notaron, las “comillas” son clave. Hace algunos meses leí un artículo de un sommelier especializado en realizar estas evaluaciones, en donde contaba como con diferencia de un dia puntuo a un mismo vino con dos calificaciones que difieren en 3 puntos. La explicación es muy simple, probó el vino por primera vez en una cata a ciegas junto con otros cientos de vinos. La segunda fue en la propia bodega junto al creador del vino y luego de haber escuchado la historia familiar detrás de la botella. ¿En cuál oportunidad creen ustedes que el puntaje fue mayor? Correcto, no se equivocan.

Hay otro punto que me resulta imprescindible destacar. Como dije más arriba, es posible medir la calidad de un vino y asignarle un puntaje. Sin embargo, creo que la calidad no es un atributo que deba analizarse aislado, existen otros factores que van a influir en tu experiencia: gustos personales, la ocasión, la compañía y, por supuesto, el precio. Ahí, justo en la intersección entre calidad y precio, o en este caso entre puntaje y precio, es que se encuentra la fórmula exacta del placer para tu momento ideal.

Es innegable que las puntuaciones tienen un rol fundamental en el mercado. Pero no creo que sea el decirnos que un vino es mejor que el otro, sino el que exista un respaldo de calidad que nos empuje a probar nuevas etiquetas, nuevos paisajes, nuevos estilos, sin tener que darle muchas vueltas más. En definitiva, el puntaje nos puede ayudar a dar el paso en la primera compra y la calidad inherente del vino junto, con el placer de la experiencia va a hacer que lo sigamos comprando mes a mes.

Es cierto que si bien un buen score nos garantiza un estándar de calidad, el que no esté puntuado de ninguna forma significa que sea de un nivel inferior. Simplemente puede no haber sido evaluado aún debido a la inmensa cantidad de etiquetas que existen en el mercado o puede ser de alguna bodega pequeña que no tenga acceso a estos famosos críticos. Escucha a tu sommelier amigo, que con su conocimiento del producto y de tus preferencias, te va a recomendar el vino ideal para ese momento de placer que estás buscando.

Fiel a nuestro espíritu los acompañamos en este recorrido, acercándote las historias detrás de cada botella y las personas que están detrás de cada copa, para que puedas disfrutar del vino ideal para ti y ese momento único que querés vivir. El vino 100 puntos en tu propia escala de placer, que al fin de cuentas, de eso se trata todo.

Salud!

Erik

 

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